El Sevilla ya está en octavos. Marcucci, que continúa mandando en el banquillo hasta que se recupere Berizzo, logró el objetivo junto a sus futbolistas y estarán en el bombo de Nyon del próximo lunes.
Un empate les bastó al conjunto hispalense en Eslovenia. Y eso que sabía que con la goleada del Liverpool al Spartak ya tenía el billete sacado para octavos.
Desde el inicio, el Sevilla andaba más que perdido sobre el terreno de juego. El Maribor estaba muy bien plantado y no tardó en poner contra las cuerdas a su rival. Eso propició que llegara el primer tanto.
En el minuto 9, error en cadena del Sevilla en defensa y Tavares sólo tuvo que mandar el balón al fondo de las mallas tras un centro al segundo palo. Ese tanto terminó de hundir a los nervionenses.
Banega no aparecía ni tampoco el resto de sus compañeros en la medular, lo mismo que Ben Yedder en ataque. Todo le estaba saliendo sobre ruedas al Maribor y aguantó bien hasta la segunda parte.
El Sevilla cambia y reacciona
A la vuelta de vestuarios, el Sevilla era otro. Estaba mejorando en todas las facetas del juego, ya que su oponente se limitó a dejarle la posesión. Eso propoció que tuviera más acercamientos en área contraria.
Lo intentaba Ben Yedder en algunas acciones, aunque era sólo un espejismo. La entrada de Ganso por un desaparecido Krohn Dehli le dio otra cara al Sevilla y llegó el gol en el 75'.
El brasileño no dudó en pegarle desde la frontal y el balón fue directo a portería. Handanovic lo tenía facilito para pararlo, pero el esférico acabó colándose por debajo de sus piernas.
Ya con el 1-1, tanto Maribor como Sevilla decidieron no hacerse daño y firmaron la tregua final del partido. Los hispalenses pasan a la siguiente ronda como segundo y ya esperan rival para el lunes.