Aunque reconoce que llegar a Primera División "es complicado y mantenerse, mucho más", por fin llegó el momento de Pere Milla.
Después de cumplir su préstamo en el Numancia, el delantero catalán regresó al Eibar, que lo fichó el pasado curso y por fin cumplió su sueño: jugar en la máxima categoría de fútbol español.
"El día que debuté me acordé mucho de cuando era chiquitito, de mis compañeros, de la gente con la que jugué que no han tenido la suerte de vivir lo que yo estoy viviendo. Es un camino largo, difícil, pero estamos aquí y voy a tratar de aprovechar al máximo el tiempo que tenga", recordó 'armero' en una entrevista a 'Mundo Deportivo'.
Pere Milla convenció a Mendilibar, que confió en el jugador y le concedió la titularidad en tres partidos. Algo que sorprende al propio jugador: "No me lo esperaba para nada. Sí que trabajo para conseguir protagonismo, pero es difícil destacar porque los compañeros tienen un nivel altísimo".
El atacante manifestó su satisfacción con el club, al que describe como "una familia, un club humilde y muy tranquilo, pero increíble" y al que vino para "aprender".
Confesó su debilidad por Raúl González y que el '7' siempre fue su número. Fijándose en su ídolo, el de Lleida consideró que en el fútbol hay que tener descaro y mal genio: "Los hombres de arriba somos los que tenemos que intentarlo porque, si no lo intentas, es seguro que no pasa nada".