En ocasiones, durante la realización de la práctica deportiva habitual, se puede notar un pinchazo muy específico a nivel muscular y esa sensación, desagradable e incómoda, la mayoría de veces, nos impide seguir con dicha práctica. Exactamente ésto fue lo que le sucedió anoche a pocos minutos del descanso, al lateral derecho del Real Madrid Dani Carvajal. En cuanto notó el pinchazo, se echó al suelo y no pudo seguir jugando.
Este pinchazo, no es un diagnóstico o una lesión, sino un síntoma de que el músculo, fatigado la mayoría de veces, ha sufrido un percance; este síntoma suele significar una contractura muscular o una rotura fibrilar. ¿Cualés son las diferencias, y cómo podemos diferenciar una contractura de una rotura de fibras? Primero debemos conocer de que se trata cada una.
- Contractura muscular: es la contracción involuntaria del músculo y que permanece en el tiempo generando dolor, inflamación y dificultad para mover la zona afectada. Suele generarse tras realizar un gran esfuerzo de manera inadecuada.
- Rotura fibrilar: suele producirse tras una distención abrupta y excesiva del músculo, lo que genera en consecuencia una ruptura de sus fibras, generando dolor e impotencia funcional. Su gravedad dependerá de la extensión de las rupturas (centímetros) de las fibras en el músculo.
Diferencias :
Mientras la rotura fibrilar es una afectación funcional del músculo con una lesión anatómica. La estructura muscular se ha estirado más allá de su capacidad y como consecuencia se ha rasgado o roto. Contrariamente, la contractura es una contracción involuntaria que perdura en el tiempo, y que no permite continuar con la práctica deportiva, pero que no presenta rotura.
Por tanto, cuando hablamos de contracción, lo hacemos de una lesión leve y la rotura, sin embargo, es una lesión severa.
¿Cómo diferenciar una de otra?
La manera más efectiva, y a la que será sometida Carvajal, es la realización de pruebas como la ecografía o resonancia magnética. Pero no todo el mundo, o fisioterapeutas, tienen acceso a estas caras pruebas. La prueba de diagnóstico más común es el estiramiento, que producirá dolor en ambos casos, aunque será más intenso, y con sensación de quemazón en la rotura de fibras.
La contracción isométrica dolerá en el caso de la contractura, y misma sensación que en el estiramiento en la rotura fibrilar. Sin embargo, en la contracción excéntrica, es la prueba más diferenciadora, y la que nos dará la clave para saber de que tipo de lesión se trata. En la contractutra relajará o dolerá levemente, pero en la rotura será imposible realizarla o el dolor será extremo.
Visualmente, eso lo puede hacer el propio paciente, si la fibra es muy superficial, en la contractura se verá un bulto y en la rotura nada (o incluso un hueco)
Hablando del caso que nos ocupa, el del lateral del Real Madrid, y en relación al tiempo de recuperación de un tipo y de otro, diremos que sufriendo una contractura, el tiempo de recuperación será entre 5-12 días para poder estar entrenando al mismo nivel que antes de la lesión.
Muy diferente será en el caso de la rotura de fibras, donde la cicatrización oscilará en un 1cm por semana. El número de centímetros nos marcará el tiempo de cicatrización, no el de recuperación, pues si la rotura es de más de 3-4 centímetros hemos de añadir entre una o tres semanas, para poner a punto la musculatura.