Gerard Piqué protagonizó una de las imágenes más tiernas de la noche junto con su hijo Milan. Ambos se lo pasaron en grande en el césped del Bernabéu tras el partido.
El central, que recibió unos tímidos pitos al inicio del partido, aprovechó que ya no había aficionados en las gradas del estadio madridista para jugar con su hijo.
Aunque no fue el único jugador que lo hizo. Villa y Sergio Ramos, entre otros, también aprovecharon la ocasión para pasar tiempo con sus familiares.