Debutó España en la Eurocopa y logró acabar con su maleficio del 13 de junio, consiguiendo una victoria que se tornó imposible por la portentosa actuación de Petr Cech en la primera mitad. El guardameta checo revivió sus mejores momentos con el Chelsea y tapó cuantas ocasiones tuvo el combinado español hasta el gol salvador de Piqué.
El inicio del choque, en cualquier caso, no invitaba a apostar por un partido cerrado, pero es que en esta Eurocopa cuesta mucho ganar. La República Checa, quizás animada por el rácano planteamiento de Irlanda del Norte ayer, regaló posesión y ataque a España a cambio de defender con uñas y dientes su portería. Y casi le sale bien.
Cech, salvador.
Los primeros compases del choque los manejaron a su antojo Silva y Juanfran. El lateral del Atlético, que fue uno de los mejores del choque, olvidó la final de la Champions y, con una actuación imponente, borró de golpe las dudas que había para el carril derecho por la lesión de Carvajal. El del City, por su parte, bailó sobre el terreno de juego de Toulouse y se dedicó a regalar ocasiones en este primer acto con un fútbol celestsial.
En la primera de ellas, Silva aprovechó un buen pase a la espalda de Juanfran para servir el balón al corazón del área, pero Morata, tan activo como impreciso, remató muy centrado, contra las manos de Cech. El propio portero del Arsenal, reverdeciendo viejos laureles, se fue creciendo a medida que avanzaba la primera parte y se convertiría en héroe al tapar un remate con mucha intención del jugador de la Juventus desde la esquina izquierda del área.
Pero no acababa ahí su recital, pues volvería a intervenir doblemente en cuestión de un minuto ante un tiro cruzado de Jordi Alba y, sobre todo, echándose encima de Silva, al que había vuelto a encontrar muy bien Juanfran, cuando el canario se disponía a poner el pase de la muerte hacia el área checa.
Con un disparo de Necid, desaparecido en todo el choque, finalizaba la primera mitad y España no se explicaba cómo seguía abajo en el marcador.
De Cech a Hubnik.
La segunda parte presentó un decorado similar. De hecho, nada más salir de vestuarios el equipo español estuvo a punto de hacer el 1-0, pero se topó con Hubnik. Si en la primera mitad el salvador había sido Cech, en esta fue el modesto central el que salvó a los suyos ocasión tras ocasión.
Primero, tras un pase de la muerte de Morata, que el checo rechazó y se estrelló en el palo, y luego tirándose al suelo para tapar una doble ocasión de 'la Roja'.
España mandaba y era totalmente inexplicable que el marcador siguiera sin moverse, pero fue Hubnik el que dio un susto de verdad, esta vez en la otra portería, al rematar solo en el área un saque de falta de Krejci. Los checos se crecieron en esta fase del choque e incluso Cesc tuvo que multiplicarse en defensa para sacar una peligrosísima prolongación de Gebre Selassie al área pequeña, pero por suerte para los de Del Bosque las aguas volvieron a su cauce.
Acoso y gol de Piqué.
Y es que, tras el bache de la mitad de la segunda mitad, España volvió a centrarse. Entraron Thiago y Aduriz y se retiraron Morata y Cesc y 'la Roja' recobró nuevos bríos. Tras una ocasión increíble de Jordi Alba después de un gran pase de Silva que volvió a enviar a córner Hubnik, el propio canario tuvo la más clara con un remate con efecto desde la frontal que no cogió portería.
Pasaban los minutos y parecía que la República Checa se iba a salir con la suya, pero a falta de dos minutos apareció Iniesta para conectar con Piqué. El central del Barça no falló y daba una victoria vital que coloca a España en el camino correcto hacia los octavos. La postrera ocasión de Darida, bien despejada por De Gea, sólo sirvió para prolongar la agonía de un partido que al final acabó con el resultado más justo.