La dimisión de Ana Muñoz, viecepresidenta de Integridad de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha supuesto un auténtico terremoto en el organismo rector del fútbol español.
'El País' indica que la gota que colmó el vaso para la directiva fue una reprimenda de Luis Rubiales tras el expediente abierto por el Comité de Éitca a Jacinto Alonso, presidente de la Federación de La Rioja e imputado en la 'Operación Soule'.
No obstante, 'El Mundo' publica este martes que la Supercopa de España supuso ya un desgaste importante para Ana Muñoz, ausente durante el evento tras negarse a viajar a Arabia Saudí.
Y es que para empezar, la directiva se opuso desde un primer momento a que la Supercopa se realizase en este país por la vulneración de los derechos humanos y el trato a las mujeres.
Además, la vicepresidenta de Integridad cuestionó la participación de Gerard Piqué en la organización del torneo con su empresa Kosmos. Muñoz no entendía que un futbolista en activo que participaría en el evento pudiera participar en su montaje, ya que podía suponer un conflicto de intereses.
Sucede que la dirigente fue requerida para vigilar cuestiones realacionadas con las apuestas de jugadores, así que aquello quedó en el aire. Y finalmente, a pesar de sus negativas, la Supercopa se disputó en Arabia Saudí y la organización corrió a cargo de la empresa de Piqué.