Ha disputado todos los minutos de Liga, y no es por casualidad. Más allá de que ha habido problemas importantes con Umtiti y Vermaelen para la rotación, es que se encuentra en un óptimo estado físico, y ello se refleja en su manera de desempeñarse sobre el campo.
En dos ocasiones, Piqué demostró que anda sobrado y que se lo quiere pasar muy bien en el tramo de competición en que empiezan a decidirse los títulos. Al borde de la primera mitad, decidió salir desde la cueva para llegar a la frontal y ofrecer otra opción en ataque.
Y premio para el caballero, sufrió el penalti con el que Messi puso el 1-0 y, a la postre definitivo para romper una secuencia de dos empates consecutivos.
Pero no quedó ahí la cosa. Después de cortar un ataque del Valladolid a unos pocos minutos para el final, aún con gasolina en el depósito, repitió arrancada, esta vez con el balón en los pies.
Tras plantarse en campo rival y dejar a varios rivales atrás, finalmente tuvo que cortar la contra, aunque arrancó los aplausos de todo el Camp Nou.
Y volvió a ser se central 'box to box' que tanto le gusta ser y que tiene como imagen icónica el gol que hizo en el Bernabéu durante el célebre 2-6 al Real Madrid.