Aunque posteriormente aseguró que lo había dicho en clave irónica, lo cierto es que antes de la final del Wanda, muy convencido, el técnico argentino ya deslizó la opción de haber dejado el banquillo 'spur'.
"Quizá con un resultado diferente podría haber pensado que sería el momento de marcharse, de dejar a otros la posibilidad de abrir un nuevo capítulo, con un nuevo cuerpo técnico", volvió a manifestar, ahora transcurridos dos meses.
No obstante, la derrota contra el Liverpool dejó un mal sabor de boca al líder del Tottenham y la sensación de una obra inacabada que quiere rematar.
"Pero después de la final pensé que no era bueno salir así, no soy una persona que eluda los problemas o las situaciones difíciles. Me gustan los grandes retos, y puede ser un bonito desafío reconstruir el equipo para intentar repetir una temporada como la pasada. Es algo que me motiva mucho", confesó.
Desde luego, la empresa estará complicada. El propio técnico argentino ha dejado el listón bastante alto para el curso que se avecina.