El árbitro de la final de la EFL Cup mostró una forma de proceder cercana al diálogo y lejana a las tarjetas y las faltas. Esto ayudó, y mucho, a una atmósfera de partido vertiginosa sin demasiadas interrupciones, pero también se convirtió en el caldo de cultivo perfecto para polémicas. Una de ellas, un plantillazo a los testículos.
Los protagonistas de la acción fueron Naby Keïta y Chalobah. El jugador del Liverpool había entrado en el once inicial de última hora porque Thiago Alcántara se lesionó en el calentamiento y, en un contrabalón con el futbolista del Chelsea, entró con la pierna muy elevada y exponiendo los tacos de su bota.
Al bajar el pie, los clavó, sin mala intención, pero los clavó, en la ingle de su contrincante, pero, por cómo este se movió, acabó ocupando también parte de su entrepierna. El 'blue' hubo de empelar unos cinco minutos en reponerse por el dolor que supuso para él este golpe y hasta acudió a la banda antes de volver a entrar.
Al 'red' le ocurrió lo mismo porque se hizo daño en la jugada, pero más bien por caer bruscamente al césped después de chocar con el pupilo de Tuchel, y tardó menos tiempo en volver a estar disponible. En todo caso y habiendo VAR, el árbitro decidió que no debía resolver la situación desenfundando ninguna tarjeta.
February 27, 2022