Los motores estaban encendidos. Benfica y Eintracht de Frankfurt quemaron toda la gasolina en noventa minutos que dejaron seis goles y un pase casi cerrado, aunque todo puede suceder en la vuelta.
Excepto en la posesión, las estadísticas fueron similares pero hubo un jugador que estuvo por encima de todos y su nombre es Joao Félix. El joven futbolista de 19 años rompió a llorar cuando firmó su tercer gol, que fue la guinda del pastel.
N'Dicka vio la tarjeta ropa directa en el minuto 20 por cometer un penalti claro, que se encargó de transformar el joven centrocampista, asumiendo toda la responsabilidad y la presión. No le temblaron las piernas.
Pero Jovic no se quiso perder la fiesta y con un buen remate batió a Vlachodimos. El delantero le hizo un gol a 'su' Benfica y lo celebró haciendo el gesto de un saludo militar, llevándose la mano a la frente.
Pero la alegría duró muy poco y Joao Félix volvió a golpear con un potente misil desde fuera del área, dando continuidad al baile que estaba haciendo. En la segunda parte volvió a dominar el Benfica y el Enintracht maquilló el resultado con el gol de Paciencia.
Antes, Ruben Dias capturó una asistencia con la espaldade Joao Félix y el propio centrocampista cerró la goleada con un toque de lo más sútil, momento en el que se arrodilló y comenzó a llorar. Es la perla de Europa, fue la pesadilla del Eintrancht.