Fueron unos minutos locos de un partido sin pies ni cabeza. Primero, con el penalti dudoso de Toko Ekambi, luego con la doble parada espectacular de Andrés Fernández, que terminó siendo inútil.
Morales no pudo transformar la pena máxima, pero el VAR le salvó. El meta del Villarreal no tenía un pie apoyado en la línea a la hora del disparo y el reglamento se ha vuelto muy estricto en ese aspecto.
Munuera Montero mandó repetir la acción y esta vez, con Roger como protagonista, el Levante no perdonó para subir el empate al electrónico, algo que acompañaría con otra pena máxima a los pocos minutos para terminar remontando el duelo.
August 23, 2019