Portugal, ya clasificada, se enfrentaba a Suecia, mientras que la República Checa se jugaba la vida contra Georgia, la anfitriona.
La selección caucásica decepcionó cuando debía dar el 100%, pues la que ganase acompañaría a los lusos a semifinales, pero los checos supieron controlar el partido.
El primer gol hundió la moral de los georgianos. Fue en un córner, en el primer minuto del descuendo de la primera parte. La segunda fue un paseo para los centroeuropeos, y Holic duplicó la renta con un golazo de volea.
Por su parte, Portugal tiró de épica para evitar perder el liderato. Porque se fue al descanso perdiendo, gracias al gol de Gyökeres, y a la hora la dseventaja era notable: 0-2.
Pero Leao, en el 70, y Joao Filipe, en el 87, igualaron el partido y acabaron con el sueño de Suecia de despedirse del Europeo con una alegría.
Gracias a ese gol de Joao Felipe casi sobre el pitido final, Portugal sumó un punto fundamental para seguir siendo líder.
Por tanto, lusos y checos se enfrentarán a las dos primeras selecciones del otro grupo, que serán Inglaterra, Holanda o Alemania. Bulgaria ya no tiene opciones, y cualquiera de las otras tres todavía puede terminar primera (aunque en el caso alemán, las posibilidades son francamente remotas).