Poyet ha declarado a los periodistas que desea "buscar un equilibrio entre las ganas y la necesidad", lo que ha resumido en la "tarea de elegir bien" los argumentos que desea poner en liza para "hacer daño al rival" entre los "muchos sistemas" que ha ensayado para "atacar bien y no sufrir en defensa".
El preparador charrúa ha admitido que su obligación es también encontrar la fórmula para que jugadores como Rubén Castro, suplente en el último partido ante Osasuna, "esté en el campo", pero no se preocupa por la reacción de la grada puesto que sabe que "a 40.000 personas es complicado explicarle las decisiones de un entrenador".
En todo caso, Poyet ha explicado que el goleador canario "tiene las mismas opciones de jugar que otras semanas" y, aunque "fue complicado tomar la decisión de que no jugara el viernes pasado", ha adelantado que "tiene muchas opciones de" volver esta semana al once titular.
"No me preocupa que la gente me aplauda, que aplaudan a los jugadores que son los protagonistas. Me fui del partido del Málaga entusiasmado por la conexión que hubo con la grada. Cuando no hay presión, el contrario se aprovecha. Hay que pedirle apoyo a la gente, pero antes tenemos que dar", ha agregado.
Gustavo Poyet ha destacado que el Betis se encuentra "en un momento importante de la temporada", por lo que ha dicho que espera que "la gente esté con el equipo y se lo ponga complicado al rival" y "que no suceda lo del año pasado", cuando el equipo verdiblanco dejó escapar muchos puntos del Benito Villamarín.