Poyet no entiende el enfado del Villamarín

"Vi un poco de nerviosismo, como ya dije durante la semana, cuando esto es una carrera muy larga, una maratón. Por ello, hay que tener un poquito de calma, nada más", aseveró en rueda de prensa Poyet.

El uruguayo indicó que, tal como habían planteado el partido, "había que arriesgar" y que para ello tenían que "irse hacia adelante", algo que consideró que hizo su equipo, además de destacar que tuvieron "ocasiones, pero no se han materializado en gol, que es lo que te cambia el sentimiento".

El técnico verdiblanco subrayó que no haber convertido las ocasiones es lo que ahora les hace "no estar contentos, pero podría haber habido una fiesta" si el balón llega a entrar.

"Ésa es la diferencia de haber hecho gol en el momento justo, en alguno de los tiros, en el pase hacia atrás de Musonda o en una decisión en el área, en una mano, como la que propició la victoria del Depor la pasada jornada, pero a veces te tocan estas decisiones y a nosotros no nos tocó", insistió.

Según Poyet, el Betis asumió "riesgos" que no había "asumido antes, porque pensaba que era lo mejor", y recalcó que "lo único" que le puede "pedir a los jugadores es que hagan lo que hicieron hoy, que den la cara, compitan, corran", además de resaltar la actuación del medio brasileño Petros dos Santos, cuestionado por parte de la afición.

Añadió que su equipo corrió y compitió, y "si eso se mezcla con un poco de calidad en momentos clave" hubieran decantado el partido a su favor, aunque al final no ocurrió.

Sobre posibles refuerzos, el entrenador bético manifestó que están intentando buscar en estos últimos días del mercado a un jugador para el centro del campo con físico, fuerte, alto y que tenga potencia, pero reconoció que "no es fácil".

"El fútbol de hoy se ha vuelto demasiado físico y un jugador físico, con estatura y que encima juegue bien, es caro, no está al alcance de todos los equipos, sólo de los grandes, y por eso es complicado encontrarlo", concluyó.