El conjunto de Belgrado consiguió su noveno título en Serbia, por lo que salio a la calle a celebrarlo. La plantilla del Estrella Roja recorrió la ciudad subida en un autobús, medio de transporte que terminaría convirtiéndose en protagonista.
Cuando los aficionados jaleaban a sus jugadores, una bengala hizo que el acto pudiera haber terminado en accidente, ya que el autobús comenzó a arder. Afortunadamente no fue a más y la historia quedó en una anécdota.
Todos los que estaban subidos al autobús se apresuraron a bajarse, lo que hizo que finalmente no hubiera heridos ni en la plantilla ni entre los seguidores.