Tras el partido de ida, el duelo de equipos brasileños favorece a Atlético Paranaense, que el 7 de noviembre se impuso a Fluminense, por 2-0, en su fortín, la sureña ciudad de Curitiba.
La balanza entre colombianos está inclinada del lado de Junior, el mejor posicionado para la final, pues el 8 de noviembre derrotó a domicilio a Santa Fe (0-2).
Sin más margen que replicar este miércoles en Río de Janeiro el 2-0 que sufrió en la ida, para llevar la serie a una tanda de penaltis, o golear por 3-0 al Paranaense para avanzar directamente, Fluminense prácticamente ha quedado obligado a jugar un partido con muchas luces y sin ninguna sombra.
El 'Furacao' (Huracán) del estado de Paraná, cuya capital es Curitiba, viene preparándose para un choque en el que será clave jugar con orden y paciencia para administrar la buena renta, o aprovecharse de los errores que pueda cometer el rival.
Como Atlético Paranaense, Junior llega a la decisión de las semifinales con una renta nada despreciable, pero con tres factores adicionales: los goles los marcó a domicilio, no haber encajado ninguno y jugar en su calurosa Barranquilla.
Santa Fe, único entre los semifinalistas que ya conquistó una Sudamericana, la de 2015, como mínimo tendría que devolver el golpe este jueves, es decir ganar por 0-2.
A cuatro partidos del fin de la Copa Sudamericana, la cima de la clasificación de goleadores está poblada por jugadores de equipos que ya fueron eliminados.
Nicolás Benedetti, de 21 años, de Deportivo Cali, encabeza la lista con 5 tantos; y a uno quedan el ariete venezolano de Caracas Diomar Díaz y el mediapunta argentino de Defensa y Justicia Nicolás Fernández.
La posibilidad de dar un giro de 180 grados a la historia está en las botas de dos brasileños de Atlético Paranaense y uno de Junior de Barranquilla, Nikao, Pablo y Luis Díaz, alineados con los mismos tres goles.