El equipo de Zidane está viviendo un maleficio bastante extraño desde que comenzó la temporada. Los blancos han ganado los cinco partidos, entre Liga y Champions, que han jugado ha domicilio, todos ellos convenciendo, pero en casa sólo suman dos triunfos, habiendo empatado tres partidos y perdido uno.
Esa es la razón por la que los hombres de Zizou tienen subrayado en el calendario este día, el 22 de octubre. El equipo 'merengue' se enfrentará al Eibar, uno de los clubes con un peor rendimiento en esta edición liguera. Con tan sólo siete puntos, los armeros están al borde de los puestos de descenso.
Su visita al Bernabéu puede ser balsámica. Si el Real Madrid logra una victoria abultada, se reconciliará con una afición mosqueada. El ambiente en el imponente estadio del Paseo de la Castellana no es el mejor posible y una goleada serviría para mejorar un poco los ánimos de la afición, que no comprende cómo un equipo que viene de ganar un doblete ha comenzado de manera tan irregular la temporada.
Enfrente tendrán al equipo menos goleador de Primera esta temporada (igualado, con tres tantos a favor, con el Alavés) y al tercero más goleado (17 en contra). Sumido en la minicrisis, el Real Madrid prefiere medirse a un equipo que no está viviendo sus mejores días antes que a uno de los grandes, aunque esto podría ser un arma de doble filo.
En el fútbol no hay nada escrito y sobre el campo habrá 22 jugadores, 11 por cada bando. Si algo ha dejado claro Zidane a sus jugadores es que siempre hay que respetar al rival, sea de la entidad que sea y llegue en un momento bueno o malo. El Madrid tiene la oportunidad de apagar el fuego del Santiago Bernabéu, pero el gran peligro de avivarlo todavía más. El desenlace, a partir de las 20.45.