Los recientes hechos ocurridos en los aledaños de San Mamés han vuelto a poner la alerta en el Mundial de Rusia. Los cuerpos de seguridad deberán multiplicarse para garantizar la tranquilidad a los aficionados.
Nadie tiene que pagar los platos rotos por una banda de descerebrados, aunque para evitar problemas todas las autoridades deben ir de la mano. Algo que sabe el mandamás ruso, Vladimir Putin.
Y es que Putin, según la información de 'AS', le ha prometido a Infantino tolerancia cero con los ultras. La Policía Rusa irá armada de arriba y abajo y "los derechos civiles serán una quimera si hay desórdenes públicos".
De este modo, los ultras detenidos serán juzgados de forma urgente, cumpliendo si es necesario penas de prisión. En el caso de los extranjeros serán deportados a sus respectivos países.