Crece la flama en el fútbol inglés a cuenta del 'Big Picture'. Estos días los clubes de la Premier League y la competición en sí han movido ficha para mostrar su rechazo a ese proyecto auspiciado por Liverpool y el Manchester United. Pero, ¿en qué consiste exactamente? He aquí las claves.
Este plan fue ideado por los dueños del Liverpool en 2017 y pronto contó con el respaldo del Manchester United. Su intención, que la Premier League reduzca el número de equipos de 20 a 18 y eliminar la EFL Cup y la Community Shield (Supercopa Inglesa) con el objetivo de aliviar el calendario y beneficiar de rebote a la Selección Inglesa, supuestamente siempre perjudicada en los torneos internacionales por el abultado número de partidos domésticos.
También cambiaría el sistema de ascensos y descensos en la élite: solo bajarían dos equipos a Championship, mientras que el antepenúltimo jugaría una promoción contra el tercero de la segunda categoría, el mismo formato que se aplica en la Bundesliga.
Pero hay más, algo bastante más estructural. Porque proponía entregar el 25 % de los ingresos anuales de la Premier League a la EFL, además de un adelanto de 250 millones de libras (275 millones de euros) y 100 millones más para la Federación Inglesa. Todo ello, para socorrer a los equipos modestos, especialmente heridos tras la pandemia.
Sin embargo, habría letra pequeña, claro. A cambio de ese balón de oxígeno, los nueve equipos más longevos en la Premier League (Arsenal, Manchester United, Liverpool, Manchester City, Chelsea, Everton, Tottenham, West Ham y Southampton) acapararían más poder en el sistema de votación. Conque seis de esos equipos votaran a favor de algo, no haría falta más para dar luz verde una propuesta, por lo que se enmascara que el 'Top Six' en realidad aglutinaría el poder.
En resumen, habría dos beneficiados en toda esta historia: la EFL (English Football League, que controla la Segunda, Tercera y Cuarta División inglesas), que encontraría una forma de financiarse, y los más poderosos, que aumentarían su dominio sobre el resto y que tendrían en su mano aprobar, entre otras cosas, derechos televisivos, bonus de rescate por descender o, en caso de que fuera necesario, decisiones sobre cómo terminar la temporada en caso de que el coronavirus no permita avanzar como hasta ahora.
Otras de las propuestas incluidas en el plan serían dar más dinero en forma de incentivos por la clasificación liguera, lo que obviamente beneficia a los más grandes, así como permitir a los clubes que vendieran determinados encuentros directamente a través de sus canales oficiales, en lugar de los operadores habituales, encorsetando aún más el producto y pretendiendo llegar a más aficionados, sobre todo en mercados como el asiático.
No obstente, la respuesta de la Premier y de la mayoría de los clubes ha sido contundente, han rechazado el plan por completo y ofrecido a cambio un paquete de ayudas de 50 millones de libras (55 millones de euros) a la EFL, que trata de acallar los problemas que esta liga tiene y que se han visto agravados en los últimos meses con el coronavirus y con la prohibición de que los aficionados asistan a los campos de fútbol. Es más, hasta la FA ha amenazado a Liverpool y United sin jugar la Champions.
No en vano, hay quien ve bajo esas buenas intenciones es tratar de controlar una liga que ya de por sí, con la excepción del Leicester City en 2015, está muy polarizada.
En tiempos de crisis, a juicio de los críticos con la iniciativa, los grandes equipos de la Premier tratan de pescar en río revuelto y ofrecer dinero a los modestos para acaparar más poder. La respuesta ha sido sólida: no, pero es posible que las intentonas no cejen mientras los aficionados sigan sin poder asistir a los partidos y los ingresos de los clubes se sigan resintiendo por el coronavirus.
Rick Parry, antiguo presidente ejecutivo de la Premier y ahora al mando de las operaciones en la EFL, se mostró como aliado del 'Big Picture'. "Creemos que este plan se hace en beneficio del juego y con el mayor interés posible por mantener la pirámide del fútbol inglés", comentó a 'Sky Sports', aunque lo que recibió a cambio fue bastantes críticas de miembros de la Premier League, incluso peticiones de dimisión.