Su paliza al Hull City no es que fuera inmisericorde. Es que estaba motivada por una gran necesidad, mayor aún que la de los 'tigers'. A su rival le basta con salvarse por un punto, al Wigan no.
Su reciente bancarrota le puede costar el descenso. La English Football League, ente rector del fútbol profesional inglés por debajo de la Premier League, castigó al Wigan con la reducción de 12 puntos por ello, tal y como informó, días atrás, la 'BBC'.
Una sanción que solo será efectiva si el Wigan acaba la temporada fuera de los puestos de descenso directo a la League One. Es decir, que esta temporada, para salvarse, los 'latics' han de sacar 12 puntos o más al descenso.
Y, como si sintiera que la sanción pudiera aplicarse, el Wigan reanudó la temporada como un tiro. Se fue al parón en vigésima posición y ganó sus tres primeros encuentros tras el mismo.
Y entonces llegó la bancarrota. Y con ella, la sanción, y su primera derrota posparón. Y eso espoleó al Wigan. Ganó al QPR por la mínima, sacó un punto del campo del Barnsley y recibió, este martes, al Hull City.
Saltó la sorpresa. El partido se fue 7-0 al descanso. Con el objetivo cumplido, el Wigan levantó el pie, y solo metió otro. Un partido que, por muy en crisis que estén los 'tigers' (cuatro derrotas seguidas, con esta, y ya en puestos de descenso), ha causado cierta controversia.
Se da la circunstancia de que, con esta victoria, el Wigan se pone 12 puntos por encima del descenso, el cual marca su rival. Y, además, se pone en golaveraje positivo, algo que ningún equipo que esté por debajo suyo tiene.
¿Hay motivos para sospechar? Los hay, pero sería muy extraño que un club que se acaba de declarar en bancarrota y que ha cambiado de administrador tenga la capacidad de comprar un partido a un rival que se está jugando también la permanencia.
July 14, 2020
Lo más probable es que sea un clarísimo ejemplo de compromiso. Un equipo comprometido con una tarea, que no baja los brazos ante la adversidad.