El Salzburgo sorprendió en el Estadio de la Cerámica gracias a Gero Rulli. La alta presión del conjunto austriaco provocó el error del cancerbero argentino para el primer gol del partido.
Rulli quiso salir en corto y no pegar el patadón arriba. Después de pasarla al centro, lo hizo a un lado, donde se encontraba Pau Torres esperando la llegada del balón.
Sin embargo, la fuerza del pase fue insuficiente, lo que le hizo dar tiempo a Daka de llegar a por el cuero y robarla a apenas un par de metros de la portería.
El delantero vio solo a Berisha en el área chica, sin oposición alguna, para empujar la pelota y meter el miedo a un Villarreal que afrontaba el partido con dos goles de ventaja.