"No hay que comparar la plantilla que tiene el Barcelona con la nuestra de entonces. El Barcelona no ha vendido a Luis Suárez, como nosotros vendimos a Morientes al Mónaco, ni me consta que hayan vendido a Busquets como nosotros a Makelele al Chelsea. Bastaba con mantener a Morientes, con no malvender a Makelele y fichar un buen central", comenzó explicando Carlos Queiroz, refiriéndose a los problemas de plantilla que se encontró en el Real Madrid.
Continuó comparando los 'fondos de armario' que tenía en su Madrid con el del Barcelona. "Entre Ronaldo y Portillo había mucha diferencia, y entre Hierro y Rubén también", aseguró, haciendo hincapié en los problemas que tenía para hacer rotaciones.
Cree que el Barcelona tiene un problema de cansancio, fruto de los compromisos internacionales de sus jugadores sudamericanos. "Jugando como el Barcelona lo hace, siempre tiene grandes posibilidades de ganar. A los equipos grandes no les gusta perder. Probablemente el Barcelona tenga cansancio después de los partidos internacionales en Sudamérica", analizó.
Y terminó su intervención negando tener una espina clavada tras su poco exitoso paso por el Madrid. "No se me quedó una espina clavada, que se me recuerde en España es un honor. Estoy encantado de que se recuerde lo que hice en el Madrid", afirmó, rotundo, el entrenador portugués, nacido en Mozambique.