"Aún seguimos enfadados porque no logramos esa segunda victoria consecutiva que nos hubiera dado un salto en la clasificación, pero creo que el equipo estuvo bien", reconoció.
Asimismo, el técnico del Nàstic reconoció el objetivo marcado, mientras suma 15 puntos: "Veo mucha ilusión en el equipo y queremos llegar a Navidad con 23 o 24 puntos y alcanzar las posiciones buenas de la tabla. Es clave encontrar la tranquilidad".
"Me ha sorprendido la capacidad de trabajo y asimilación de este grupo. Es con el que tengo mayor satisfacción. Es gente que reconocen los errores, quieren mejorar y son capaces de perdonar a su entrenador cuando he cometido algún error o he pecado de novato", subrayó.
Además, Rodri quiso desmentir la presión de jugar como local: "Tendríamos un problema si hiciéramos partidos muy malos o no generáramos ocasiones. No creo que tengamos un problema cuando ves que el equipo compite, tiene ocasiones y no da signos de tener ansiedad o estar nervioso cuando los chavales juegan. Hay que adaptar cosas, el equipo está vivo y hay que ir creciendo. Hemos de ir superando etapas y no cometer errores tanto yo como ellos cuando están en el campo".
"Si nos dijeras dónde queremos jugar el próximo partido te diría que ojalá jugáramos todos los encuentros de Liga aquí. En casa, desde que estamos nosotros, el equipo, menos el del Alcorcón, ha estado a un buen nive", espetó