Ancelotti vino al Nápoles a hacer grandes cosas y a ponerle pimienta a la Serie A. Lo está consiguiendo.
El Nápoles-Milan de la Jornada 2 era uno de los platos fuertes del fin de semana y el partido no decepcionó.
Higuaín, que volvía a la que un día fue su casa, se llevó una sonora pitada de su ex afición... Pepe Reina también volvía como rival, pero en su caso vio el partido desde el banquillo.
El Milan pegó primero. Bonaventura anotó en el primer cuarto de hora. El partido se iría al descanso con un 1-0 a favor del Milan.
En la segunda mitad, de nuevo los 'rossoneri' pegaron más fuerte. Esta vez fue Calabria quien dejaba el partido casi visto para sentencia... o no.
Porque quedaba lo mejor. Ese segundo golpe del Milan sirvió para que el Nápoles reaccionara.
Remontada a la napolitana
Los de Ancelotti encajaron ese golpe de la mejor manera posible y Zielinski, apenas cuatro minutos después, puso la primera piedra hacia la remontada gracias a un pase de Suso.
Zielinski hizo suya la misión de llevarse los tres puntos y anotó de nuevo... Del 0-2 a favor del Milan al 2-2 en 14 minutos.
Pero lo mejor estaba por llegar. Porque Mertens, en el minuto 80, salió desde el banquillo para darle los tres puntos al Nápoles de Ancelotti.
Ni el mejor guionista podría haber escrito mejor película para este partido. El Nápoles demostró al Milan en apenas media hora que quien ríe el último, ríe mejor...