Quería el Oviedo sacudirse el mal sabor del trago amargo del derbi; deseaba el Deportivo superar al Málaga en la tabla y acercarse a los puestos que mandan a Primera por vía directa.
Al final, empate, un punto para cada uno y sensación de trabajo incompleto. Se adelantó el Oviedo, que quemó las naves hasta el final. Quique frustró el deseo carbayón.
El Oviedo saltó al campo con sangre en los ojos y las ideas claras. Bárcenas, en el minuto diez del encuentro, puso por delante al equipo asturiano. Se las prometía felices Anquela.
Berjón puso un centro que le hizo un nudo a Bergantiños y Bárcenas, de cabeza, hizo el primero del encuentro. El gol hacía justicia a los primeros compases. Este tanto se lo perdieron bastantes hinchas del Oviedo, que no entraron al campo hasta el minuto 12 como protesta tras los excesivos controles a los que fueron sometidos en la jornada anterior.
Berjón hacía daño por la banda, pero Quique, en el Deportivo, empezaba a asomarse. Un pase suyo casi acaba en gol de su pareja Carlos Fernández. Luego Champagne le sacó un buen disparo con la zurda.
El Oviedo fue mejor en la primera parte, pero Quique frustró su dominio y con el tanto del empate equilibró la contienda en cuanto a ocasiones, goles y dominio. Pase preciso de Carlos Fernández, toque sutil de Quique.
Quique y Berjón se repartieron las ocasiones hasta el final, pero el marcador no se movió más. El 1-1 no deja del todo satisfecho a nadie.