Los hechos ocurrieron en la anterior ronda, en el partido que enfrentó a Racing contra Mitre. Los hijos de un ex jefe de la barra de Racing pidieron dinero para tratar a su padre a la actual dirección de la misma, un hecho que, sorprendentemente, desató la violencia.
Recibieron menos dinero del esperado y la emprendieron a tiros. Hubo un herido, y el partido de fútbol fue aplazado. Para evitar que las barras vuelvan a teñir el fútbol, se ha decidido que se juegue sin público el siguiente partido.
El partido, dice 'Olé', se jugará el próximo viernes 1 de septiembre, algo confirmado por la propia organización de la Copa Argentina.
Las hinchadas de ambos equipos pagarán por los pecados de los radicales una vez más.