El Barcelona sumó una nueva victoria en la Champions League ante un BATE Borisov claramente inferior que apenas puso en aprietos a Ter Stegen en todo el partido.
Los bielorrusos, que pecaron de exceso de respeto ante el Barcelona, cedieron el balón al club catalán nada más comenzar. Imaginaban una contra que les diera ventaja, pero lo cierto es que el club azulgrana -hoy de amarillo- no pasó apuros en toda la primera mitad. Controló el partido y sólo su mala puntería le impidió irse con ventaja en el marcador al descanso.
Neymar, que no anotó pero volvió a realizar un estupendo encuentro, fue el que inició y finalizó las oportunidades en la primera mitad. El brasileño probó a Chernik cuando aún no se habían cumplido 5 minutos y envió ligeramente desviado ya en el descuento de los primeros 45 minutos.
Entre medias, la inoportuna lesión de Sergi Roberto, que fue sustituido por un Ivan Rakitic que a la postre fue decisivo, y varias oportunidades no culminadas por Busquets, que cruzó demasiado, Munir, que no supo definir en una jugada de estrategia, y Rakitic y Luis Suárez, en dos remates de cabeza desviados.
El Barça dominó en la primera mitad y continuó su dominio en la reanudación. Y es que el BATE no probó a Ter Stegen hasta pasado el minuto 76. Para entonces, el club catalán ya dominaba el choque por 0-2 gracias a dos golazos de Rakitic.
En el primero, aprovechó una buena diagonal de Neymar para enviar un disparo desde la frontal a la escuadra. Un cuarto de hora después, tiró de calidad para definir con una excelente vaselina un fantástico pase entrelíneas del brasileño.
Los de Luis Enrique tuvieron muchas más ocasiones pero no fueron capaces de volver a batir a Chernik. Tampoco lo necesitaron, son líderes destacados de su grupo y si derrotan al BATE en casa tendrán prácticamente los dos pies en octavos.