El técnico tarraconense, en una comparecencia de prensa previa al último partido de esta temporada, señaló que la situación que se ha dado, con el Almería aún en la disputa por evitar el descenso, era "una posibilidad que podía suceder" que la afrontan "con la misma ilusión de todas las semanas, pero sabiendo que es la última" y que además llegan "dependiendo" de su resultado y no de el de otros.
"En casa somos fuertes, nos hemos mostrado contundentes y sólidos y así va a ser también el sábado. Vamos a intentar solucionar una situación que venimos arrastrando desde hace varias semanas y que el sábado tenemos la posibilidad de dar el paso definitivo y merecido por todo lo que han aportado los jugadores estos meses", apuntó.
El tarraconense huye de las estadísticas que hablan del Reus como un equipo con poco gol y argumentó que "de poco sirven en este tipo de partidos las estadísticas de toda la temporada".
"Vamos a defender la categoría en nuestra casa, con nuestra gente y la plantilla está muy responsabilizada y comprometida con el partido del sábado", dijo.
Del rival, comentó que "es un muy buen equipo, muy bien trabajado, muy bien ordenado y con los conceptos muy asentados desde principio de temporada, que les ha fluido y han llegado al final con una inercia y una confianza muy alta. No es un equipo que haga muchos goles, pero es que recibe muy pocos y eso es una garantía que dice mucho del trabajo colectivo", relató.
"Hay un equipo que se juega la permanencia y detrás de eso tiene que venir la responsabilidad, el compromiso y la intensidad, y el equipo que no se juega nada. Eso lo jugadores lo saben y lo tienen que plasmar en el campo los noventa minutos", subrayó el preparador catalán.