Tras caer en la Supercopa, hubo quien se quedó esperando a que Sergio Ramos, capitán blanco, apareciera ante los medios para sacar conclusiones de la dolorosa derrota. No fue así. El central abandonó Tallin sin hacer declaraciones y esperó a la tarde de este jueves para lanzar un mensaje.
Lo hizo a través de sus perfiles en redes sociales. Un texto escueto con el que unir al madridismo, tocado tras morder el polvo ante el Atlético de Madrid. Ramos fue protagonista para lo bueno y para lo malo en Estonia, anotando uno de los goles y haciendo aguas en algunas ocasiones junto al resto de la defensa.
"Cada derrota nos enseña algo que debemos aprender. Volveremos a ganar con este escudo, que nadie lo dude. Hala Madrid ayer, hoy, mañana y siempre", redactó Ramos, acompañando su texto con una fotografía de la celebración de su gol al Atlético de Madrid. En ella, el zaguero se besó el escudo antes de imitar a Conor McGregor.
Cada derrota nos enseña algo que debemos aprender. Volveremos a ganar con este escudo, que nadie lo dude. #HalaMadrid ayer, hoy, mañana y siempre.
— Sergio Ramos (@SergioRamos) 16 de agosto de 2018
We learn something from every defeat. We will make this badge win again.#HalaMadrid yesterday, today, tomorrow and forever. pic.twitter.com/JlOzICxohX
A lo que no se refirió Ramos en sus redes fue a la polémica publicación de Antoine Griezmann. El galo, que pasó de puntillas en Tallin, compartió una 'storie' en su cuenta de Instagram en la que apareció retratado como el rey de Europa. Hasta ahí, todo normal.
Lo significativo es que la persona que le coloca la corona en la cabeza es Sergio Ramos, otras tantas veces verdugo 'colchonero'. La publicación, obviamente, hirió sensibilidades entre el madridismo y enalteció la celebración del Atleti, que dejó una fantástica imagen ante su eterno rival.
Sea como fuere, tanto Sergio Ramos como el resto de la plantilla blanca ya piensa en el debut liguero, frente al Getafe en el Bernabéu. Mientras tanto, en la zona noble perfilan el mercado tratando de encontrar algún refuerzo ilusionante, aunque salvo giro radical no habrá un dispendio de última hora.