Arrancó con ímpetu el Real Madrid, asumiendo el protagonismo desde el inicio, dándole continuidad a su buena imagen frente al Sevilla. Bajo la batuta de Luka Modric, el equipo blanco saltó al campo con personalidad y energía, en aras de encarrilar la eliminatoria.
Sin embargo, el Girona golpeó primero. Apenas habían transcurrido siete minutos de encuentro, cuando Muniesa sirvió en profundidad un balón a Raúl García. El debutante aprovechó el desajuste defensivo de los de Santiago Solari para apurar el carril y conectar con Lozano libre de marca.
Lejos de venirse abajo, el Real Madrid exhibió su pundonor de otrora y mantuvo la hoja de ruta trazada desde el inicio. Reacción de equipo grande que abanderó Marcelo con un disparo lejano. Pese al tímido arranque del brasileño, el gesto del segundo capitán espoleó a la grada y a sus compañeros.
Minutos después, Álvaro Odriozola le regalaba el empate a Lucas Vázquez. Lanzó Karim Benzema al carrilero vasco, que percutió con vertiginosidad hasta la línea de fondo para cederle el tanto al gallego, que corrió también a recoger el balón del fondo de las mallas para buscar el 2-1.
El gol de Lucas Vázquez desencadenó la tormenta blanca. Primero, Benzema; luego, Odriozola. Ninguno obtuvo premio, pero el Girona dio un paso atrás ante el empuje de un Real Madrid impetuoso. Merced al carrusel de ocasiones, Lozano derribó a Vinicius dentro del área y Sergio Ramos lo firmó 'a lo Panenka'.
El paso por vestuarios no alteró el ritmo del equipo local, pero sí al visitante. Adelantó líneas Eusebio, buscando repetir la emboscada del primer tiempo. Mientras el Madrid se relamía en busca del tercero, Undiano Mallenco sancionó la segunda pena máxima del encuentro.
Aunque Doumbia acarició el empate, fue Álex Granell quien lo saboreó. El centrocampista aprovechó una mano de Marcos Llorente dentro del área para fusilar a Thibaut Courtois desde los once metros y poner patas arriba un Santiago Bernabéu donde aparecieron los fantasmas de esta temporada.
Quemó las naves Solari, dando entrada a Isco en lugar de Dani Ceballos. El toque de corneta del Real Madrid lo lideró de nuevoSergio Ramos, cabeceando con rabia un preciso centro de Marcelo. Doblete del capitán blanco para templar los nervios de un equipo que siguió insistiendo.
Tres minutos después, Vinicius sirvió en bandeja el 4-2 a Benzema con un balón milimétrico al espacio para que el francés solo tuviera que empujarlo a la red. Carrusel de goles en un Santiago Bernabéu, donde el Girona encontró petróleo en sus dos incursiones, pero se topó con el pundonor de Sergio Ramos.