Pongámonos en situación. Último partido de la temporada 1998-99. Se enfrentan en la final de la Copa del Rey el Valencia y el Atlético en La Cartuja. Los de Ranieri ganan 3-0, pero la celebración sería harto extraña.
Del Atleti del 'Doblete' poco quedaba ya. La credibilidad de Radomir Antic estaba por los suelos, y ni el subcampeonato de Copa le sirvió para salvar la cabeza. Su Atlético había quedado en decimotercera posición en Liga, e iría a Europa gracias a que el Valencia se había metido en la previa de la Champions.
El presidente rojiblanco de aquel entonces, el inolvidable (por lo bueno y lo malo) Jesús Gil, ya tenía decidido que Antic no seguiría en el equipo, e hizo todo lo que estuvo en su mano para fichar a Claudio Ranieri.
El acuerdo se cerró incluso antes de que el italiano defenestrase a su futuro equipo en la final de Copa. A Ranieri el Atleti le prometió grandes desembolsos para remontar el vuelo, y él se lo creyó.
Entre las promesas del Atleti estaba la de fichar a Claudio López, delantero estrella del Valencia. De hecho, de acuerdo a esta historia nunca publicada por el diario 'Marca', el Atleti tenía casi cerrado un acuerdo con la Lazio para fichar al argentino a medias. Jugaría en el Calderón dos años y luego se iría a Roma.
Eso nunca ocurrió, y no fue porque el Atleti no lo intentase. De hecho, se dice que el propio Ranieri puso de su parte, incluso durante las celebraciones tras la victoria copera.
Cuenta el citado medio que Ranieri, antes que toda la plantilla y cuerpo técnico se juntase en el comedor de un hotel de las afueras de Sevilla a celebrar el triunfo, llamó discretamente al 'Piojo' López, y le pidió charlar un momento en privado.
Discretamente ambos se ausentaron de la sala. Todos sabían de qué iban a hablar, porque era un secreto a voces que Ranieri se iba a ir al Atleti. Este confirmó al argentino que era cierto, que se iba a orillas del Manzanares, y que quería que él fuera su delantero de referencia también en su nuevo equipo.
La charla no debió durar más de dos minutos. No volverían a hablar de ello nunca más.
El Valencia se puso manos a la obra para evitar una fuga de talentos tras su gran temporada. El 'Piojo' López, por su parte, se dejaba querer por el Atleti. "Estoy orgulloso de que Raneri quiera contar conmigo", dijo, desde sus merecidas vacaciones en Argentina.
Las relaciones entre ambos clubes tocaron fondo. El presidente del Valencia llegó a desear públicamente el descenso del Atleti. Palabras premonitorias, pues eso ocurriría menos de un año después.
Al final, tras una renovación millonaria, Claudio López se quedó en el Valencia. Se convirtió, junto a Mendieta, en el mejor pagado de la plantilla, cobrando 300 millones de las antiguas pesetas al año (casi dos millones de euros). ¿La condición? Su venta el siguiente verano a la Lazio.
El Valencia logró retener al 'Piojo', aunque este no parecía conforme del todo. Héctor Cúper, el nuevo entrenador del Valencia (fichado tras su brillante tercer puesto liguero con el Mallorca), supo lidiar con ello, y el delantero argentino se marchó de la capital del Turia con su récord de partidos disputados en una única temporada, 56, aunque su cifra de goles fuese la mitad que la del año en que estuvo a punto de irse al Atleti, solo 18.