El fallo del Supremo estadounidense considera que la Constitución de EE.UU. "no otorga" el derecho al aborto vigente desde 1973 y devuelve la autoridad para poder legislar sobre este servicio reproductivo al "pueblo" y sus "representantes electos", lo que permitirá a cada estado decidir si lo mantiene o lo prohíbe.
La jugadora Megan Rapinoe se ha mostrado tajante al respecto. "Yo soy una mujer cisgénero, rica, blanca, que vive en una de las ciudades más progresistas del mundo (Seattle) con la protección no solo mía y de mis recursos, sino también de esto (indicando el escudo de la USSF)", afirmó en una rueda de prensa, visiblemente conmocionada.
"No todos cuentan con esto. Sabemos que esto afectará de forma desproporcionada a mujeres pobres, mujeres afroamericanas, inmigrantes, mujeres con relaciones violentas, mujeres que han sido violadas, mujeres y chicas que han sido violadas por miembros de sus propias familias, o que a lo mejor simplemente no han tomado las mejores decisiones", subrayó la futbolista.
"Sabemos que la prohibición del aborto no evita los abortos, sino que evita que haya abortos seguros. No puedo describir la tristeza y la crueldad de esto, creo que la crueldad es el punto clave, porque esto no es estar a favor de la vida", afirmó.
También el mundo del fútbol estadounidense se unió en la unánime crítica al fallo del Supremo. Equipos de la NWSL (Liga Femenina) y de la MLS catalogaron la decisión sobre el aborto como un ataque a los derechos humanos.
"El Gotham FC se opone con vehemencia a la revocación del 'Roe contra Wade' y cree que los derechos de reproducción son derechos humanos. No solo el aborto debe ser legal, sino debe ser accesible en todo el país", escribió el equipo de la NWSL.
"La libertad de decisión sobre nuestro cuerpo es un derecho fundamental e imposible de negociar", aseguraron el Orlando City, de la MLS, y el Orlando Pride, de la NWSL.