"Si yo fuera el problema, me marcharía", declaró el de Mequinenza tras caer otra vez en los últimos frente al filial del Sevilla. Su destitución está en el aire después de la dura derrota de hoy.
Asímismo, afirmó que pese a la mala situacion, aún tiene fuerzas para seguir al mando del club de la aragonesa capital. Además, confesó que no seria el mejor momento para presentar su dimisión: "Yo tengo la misma fuerza. Veo que el equipo está tocado para dejarlo ahora".
Finalmente, comentó el gran error de sus jugadores al no tirar a puerta tras la expulsión de Ondoa. "No supimos aprovechar nuestras oportunidades, pero no creo que sea un problema de actitud", analizó.