Tres partidos, tres empates. Es el bagaje de un Wolverhampton más centrado en la fase previa de la Europa League que en la propia Premier. Y es que los de Nuno, que le pueden agradecer el punto a Raúl Jiménez, no saben lo que es ganar.
Esta vez fue el Burnley el que estuvo a punto de llevarse la victoria. Lo tuvo en la mano, pero el tanto final del delantero mexicano impidió la sorpresa visitante. Y eso que estuvo casi todo el partido por delante.
El Burnley se adelantó en la primera mitad gracias al bonito tanto de Barnes. Lleva cuatro tantos en tres partidos el delantero, firmando uno de los mejores inicio de campaña de su carrera.
Fue a partir del tanto en contra cuando creció el Wolverhampton. Auspiciado por el intento de remontada, los de Nuno quisieron lanzarse al ataque, sin volverse loco. Pero el Burnley, en busca de la segunda victoria de la temporada, no se echó para atrás y por medio de Tarkowski a punto estuvo de poner más distancia. Su disparo, justo antes del descanso, se marchó rozando la escuadra izquierda.
Mejoró el Wolverhampton tras el paso por los vestuarios. Se apoyó en el a la postre goleador de los Wolves, Raúl Jiménez, que buscó con ahínco el tanto que le permitiese, al menos, rescatar un punto.
Tanto fue el cántaro a la fuente que, en la recta final del partido, el propio jugador mexicano forzó un penalti cometido por Erik Pieters. No dudó Raúl Jiménez en coger el balón y batir a Pope para firmar el tercer empate del curso.