Borja Garcés no olvidará el duelo de filiales. Tenía ganas de volver a jugar después de varios partidos lesionado. Sin embargo, le traicionaron y vio la expulsión en el choque contra el Valladolid B.
Según el acta de Martínez Santos, en el minuto fue expulsado por "golpear con la mano en la cabeza de un jugador cuando este se encontraba de espaldas, con uso de fuerza excesiva y sin estar el balón en juego, no causando lesión".
Ahora tendrá que esperar a ver cuántos encuentros le caen tras dicha acción o si se queda solo en uno, algo poco probable.
Al menos, en este partido no costó más caro, puesto que el 1-1 se mantuvo inalterable desde su cartulina roja.