El PSG, a diferencia de las últimas temporadas, cayó en la segunda jornada de la Ligue 1 ante todo un Rennes, un equipo que le pone siempre las cosas difíciles al cuadro parisino.
Camavinga, un chaval de apenas 16 años, fue el encargado de destrozar a los de Thomas Tuchel con su rebeldía y su descaro a la hora de medirse a sus rivales.
Además de caer derrotado, el PSG sufrió cánticos homófobos por parte de un grupo de aficionados del Rennes. Patrice Couty, delegado del partido, los recogió en el acta: "Paris, París, ont’encule", y "Mbappé, ont’encule", entre otros.