La luz comienza a verse al final del tunel. El Girona SAD levanta cabeza desde la marcha de Juan Carlos Unzué y ya está solo a cuatro puntos del segundo puesto.
El encuentro ante el Real Zaragoza dejó las dos caras del equipo catalán. La primera, la de un equipo que sabe adelantarse en el marcador y poner distancia. La segunda, un vestuario que consigue sacar orgullo para que no irse de vacío.
Según informa 'Marca', esta racha se debe al gran momento de fiabilidad por el que pasa el cuadro dirigido por Pep Lluis Martí. Todo gracias a la capacidad de adelantarse en el marcador.
Desde que arrancó el curso, siempre que los rojiblancos se adelantan en el luminoso acaban sumando, como poco, un punto. Un hecho que se corrobora con los encuentros ante Málaga (1-0) o Rayo (3-1) entre otros.