El marcador acabó con un 2-2 que retrata la igualdad que hubo, pero el partido tuvo bastante historia. Serbia saltó al césped con mucha más intensidad y con ganas de ir a por los tres puntos y solucionar su tropiezo en la primera jornada.
Y, entre tanta insistencia, el equipo balcánico anotó el primer tanto por medio de Gacinovic en el minuto 24. Tuvo más oportunidades para, antes del descanso, matar el partido, pero no las aprovechó.
Sí que aprovechó la situación Macedonia, que tras el paso por vestuarios vio cómo su rival se confió y le golpeó mediante dos goles. Bardhi y Gjorgjev pusieron un 1-2 que cambiaba bastante las cosas y le daba al cuadro que actuaba como visitante licencia para soñar.
Pero la igualdad y la justicia se manifestaron en el último minuto gracias a un tanto de Djurjevic que equilibró la balanza. 2-2 y reparto de puntos que no sonríe ni a Serbia ni a Macedonia.