Los 'rossoneri' llegaban al encuentro sin ningún partido de la International Champions Cup disputado, con sólo ocho suplentes (y dos eran porteros), un único amistoso/pachanga y bajas más que sensibles. Y frente a todo un Bayern.
Los alemanes ya habían medido fuerzas ante el Arsenal, con derrota, y el Madrid, con triunfo. Además, los Müller, Goretzka, Coman, Thiago y cía estaban listos y daban una seguridad que se vio en el césped.
Sin un Lewandowski que se lesionó en el calentamiento, los bávaros empezaron a dominar sin apenas resistencia del Milan. Eso sí, la última muralla italiana se ganó una buena nota, ya que apenas filtró ocasiones ni rivales que molestaran a Donnarumma.
De hecho, los pocos ataques de los 'rossoneri' entrañaron más peligro en el primer tiempo. Maldini, tercero en la generación de las grandes leyendas del club, Theo y Biglia rozaron el gol en el primer tiempo, pero sería el Bayern el que moviese el marcador antes del descanso.
Goretzka, tras una gran asistencia de Kimmich, batió a Donnarumma y aprovechó la única grieta en la defensa italiana.
Tras el descanso, el partido bajo algo en ritmo, ayudado por los cambios que comenzaron a producirse. Thiago entró en el Bayern y dejaría una gran asistencia estéril, pero antes Ulreich, que reemplazó a Neuer, dejó sin gol a Cutrone en la más clara de los de Giampaolo en un mano a mano.
El Milan, conforme avanzaban los minutos, se crecía posicionalmente y adelantó líneas. Sin embargo, se fue diluyendo a base de disparos desde lejos y más sensación que peligro.
En la recta final, un tanto de Arp y el mágico pase del mayor de los Alcántara antes referido, que acabó con gol de Alaba, fueron anulados con acierto, dejando el 1-0 en el luminoso.
El Bayern logra su segundo triunfo en tres partidos y ya piensa en la Supercopa Alemana ante el Borussia Dortmund. Por su parte, el Milan sale reforzado pese a la derrota y la buena imagen y aspectos positivos dan alas a un nuevo proyecto, algo más modesto pero siempre con el regreso a la primera línea en el ideario.