Gomes, de 50 años, no había entrenado a ningún equipo desde que, en agosto de 2011, sufriera un derrame cerebral mientras dirigía al Vasco da Gama en un partido frente al Flamengo, en un encuentro de la liga local.
Con el visto bueno tanto de los médicos, como de su familia, Gomes asumirá la próxima semana la dirección de un club clásico en la competición brasileña que, sin embargo, en estos momentos no atraviesa por su mejor momento.
La directiva del Botafogo decidió despedir a Simões el pasado miércoles, tras la eliminación del club carioca en la Copa de Brasil a manos del Figueirense, pese a que en estos momentos el equipo lidera la segunda división, con 27 puntos en trece jornadas, tras haber descendido a la categoría de plata el año pasado.