Los incidentes en la previa de la final de la Copa Libertadores siguen dando quebraderos de cabeza a River y a la CONMEBOL. El organismo ahora deberá decidir si permite el acceso de los aficionados al Monumental.
En un principio, la final a doble partido está programada para que dispute la ida en el 20 de febrero, en Curitiba, y la vuelta el 6 de marzo, en Buenos Aires.
La sanción que se le impuso en su momento al 'Millonario' es de dos partidos de competición continental sin poder dejar entrar a los aficionados, además de una multa de 350.000 euros.
Para evitar que el trofeo se entregue en un estadio vacío, la CONMEBOL baraja varias opciones. La primera es que se cambie el modelo a partido único, con un campo neutral que podría ser en los mismos Emiratos Árabes.
Como era de esperar, la idea no ha gustado en Brasil, que consideran que su público no tiene la culpa de semejante esperpento. La segunda variante sería cambiar el fallo original del comité disciplinario.
Si se pasase a especificar que la sanción debería cumplirse sólo en la Libertadores, los de Núñez no tendrían ningún problema. Por último, se podría modificar la fecha, como ya se hizo en 2016 por incompatibilidad de calendarios.