Las Palmas al fin consiguió sumar de tres. Cuatro jornadas han necesitado los de Pepe Mel para sumar la primera victoria de LaLiga SmartBank 2020-21. La irregularidad fue uno de los grandes contratiempos que tuvieron los amarillos para luchar por el ascenso a Primera División y parece que este curso, con una derrota dos empates y dos triunfos, van por el mismo camino.
El Logroñés, en cambio, volvió a perder lejos de Las Gaunas para sumar cero de los primeros seis puntos a domicilio. Y en el Estadio de Gran Canaria precisamente no completó un mal encuentro, pero le faltó chispa en la zona de tres cuartos y efectividad en la parcel ofensiva. Notablemente bien en defensa; insuficiente en el ataque.
De hecho, los de Sergio Rodríguez comenzaron como un relámpago y Leonardo Ruiz pudo marcar en dos ocasiones a los 30 segundos de partido. Álvaro Vallés, sin embargo, mantuvo el 0-0 inicial con dos paradas de mucho mérito. Zelu, con un centro lateral que se marchó cerca del palo zurdo, también pudo firmar el primero.
Pero tan temprano llegó el Logroñés al partido como pronto se fue. Las Palmas, sin excederse y sin vaciarse físicamente, asumió la batuta de juego conforme fue avanzando el tiempo en el cronómetro. Pero la posesión del balón no se tradujo en oportunidades de gol y el primer tiempo finalizó con las doble ocasión de los rojiblancos en el comienzo.
Fue tras la reanudación cuando llegó el primer tanto del encuentro, en el 53': Pejiño cedió al centro desde la derecha y Rober González dejó correr el balón para terminar disparando raso, al palo corto, e inaugurar el electrónico. El primero del emeritense con la camiseta de la Unión Deportiva.
Los de Pepe Mel mantuvieron el primer ritmo que en el primer acto, es decir: mucha posesión del balón, pases horizontales y acercamientos -que no ocasiones- al área de Rubén Miño. A pesar de que no impusieron un juego dominante sí les fue suficiente para mantener a raya al Logroñés.
Final de otro partido
El encuentro parecía morir con el 1-0 en el macador, pero entonces llegó el momento de Sergio Araujo. Claudio Mendes se partió el pecho para ganar la línea de fondo y ceder al segundo palo donde estaba esperando el delantero argentino con la caña preparada para sentenciar el choque.
Pero todavía hubo tiempo para ver el tanto de los de Sergio Rodríguez. Andy Rodríguez forzó el penalti cometido por Eric Curbelo y él mismo lo transformó. Y al final, el electrónico reflejó un 2-1 para los amarillos que puede incluso que hiciese justicia en el duelo de Gran Canaria. Las Palmas, mínimamente, pero superior al Logroñés.