Apenas se había cumplido la primera media hora de juego en Grecia, cuando Elia combinó con Visca a la espalda de la defensa local, para que sirviese el tanto en bandeja a Robinho.
El brasileño, que solo tenía que empujarla para besar las mallas, se topó con el vuelo sin motor de José Sá, emulando la parada antológica de Iker Casillas a Diego Perotti en el Pizjuán.
Robinho no acertó y el Istanbul Basaksehir acabó pagándolo caro. El Olympiakos logró reponerse ya cabó venciendo 2-0, firmando el pase para la siguiente ronda de la Champions League.