Enes Ünal penalizó el miedo de Simeone en La Cerámica, después de quitar a Griezmann para que Gabi apuntalara un 0-1 demasiado corto, como él mismo admitió en sala de prensa.
Sin embargo, más allá de la expulsión de Vitolo y la quinta amarilla al delantero francés, el técnico argentino pudo apreciar en primera persona la exhibición de Rodri.
El flamante centrocampista de la Selección Española y futuro jugador del Atlético de Madrid, sacó a relucir el abanico de virtudes que atesora para imponer su ley ante sus próximos compañeros.
El joven futbolista se movió con personalidad, filtró balones con criterio y se erigió como baluarte defensivo en el juego aéreo, siendo clave en la remontada que firmó Ünal.