Rubén Castro, a sus 39 años, sigue jugando al fútbol ajeno al paso del tiempo. La fatiga o la carga de partidos no puede con él, al menos no con su brutal olfato goleador. Ya son cuatro las semanas que lleva consecutivamente marcando, la última vez ante el Girona, algo que le acerca peligrosamente a un escaño histórico de Segunda División.
Y es que el canario, tanto a tanto, ha ido acercándose a las posiciones de privilegio de la categoría. A día de hoy es el tercer máximo anotador histórico gracias a sus 151 goles, pero es que ya atisba bien de cerca la segunda plaza, que se ha quedado a solo cuatro de distancia.
Abel Fernández Valencia, quien desarrolló el grueso de su carrera en los años 60, defendiendo sobre todo las elásticas de Racing y Celta, se retiró en el año 71 con 155 tantos marcados en la categoría de plata.
Salvo que medie alguna grave lesión, se antoja bastante complicado que Rubén Castro no le dé alcance. Nino, quien dejó por ahora el listón en 194 goles, queda bastante lejos.
Con su actual equipo, el Cartagena, ha añadido cinco goles al currículum que ya había engordado con Las Palmas (61), Betis (58), Rayo (14) y Huesca (13).