Osasuna sigue infranqueable en casa, donde encadena ya ocho victorias consecutivas después de imponerse al líder de Segunda División.
El Granada llegaba con la moral por las nubes, con el aval de acumular seis semanas como líder de la categoría. Sin embargo, no pudo superar la zaga pamplonica en ninguna de sus jugadas en El Sadar, que sigue siendo un auténtico fortín.
El equipo nazarí comenzó avisando, con una ocasión clarísima recién inaugurado el juego. Peinó Martín cerca del área pequeña, pero despejó Carlos Clerc muy cerca ya de la línea de gol, evitando el primer gol de los visitantes.
Osasuna plantó cara y fabricó varias jugadas peligrosas en el primer tiempo, acercándose continuamente al área rival y poniendo en apuros en más de una ocasión a un Rui Silva atentísimo.
Sin embargo, se mantendrían las porterías a cero hasta el minuto 78 de partido. Rubén García remató con la izquierda desde fuera del área y metió el balón por encima del guardameta luso con una bonita parábola.
Todo vino por un mal despeje de José Antonio, que aprovechó el atacante navarro para marcar con un maravilloso golpeo ante el que no pudo hacer nada el arquero visitante.
Se encendió el partido. Buscó el empate el Granada, pero no cogió puerta ninguno de sus disparos a puerta ante un Osasuna bien plantado en defensa y respaldado por su afición.
Victoria que sirve a Osasuna para meterse de lleno en la pelea por los puestos de ascenso directo. De hecho, empata en puntos (44) con Málaga y Granada, que, a pesar de la derrota, sigue líder.