Antes de la cena oficial en el Real Alcázar sevillano con el alcalde de la capital hispalense, Juan Espadas, y las directivas de ambos finalistas, Rubiales no quiso decantarse por un favorito, ya que profesa "el máximo respeto a los dos equipos" y sólo desea "que la final sea disputada y entretenida, que haya emoción y salga todo fenomenalmente bien".
"Esta final coincide con nuestro primer año en la Federación. Se están haciendo cosas con respecto a la Copa. Queremos que cada vez los equipos tengan mayor repercusión en la ciudad en la que se juega la final", declaró a los periodistas el ex futbolista andaluz.
El dirigente federativo no quiso abundar en las quejas de algunos clubes, entre ellos el Valencia, por el cambio de formato de la próxima edición de la Supercopa de España y se limitó a señalar que se trata de una entidad a la que ha "conocido muy bien y le deseo lo mejor".