Ruth García, capitana y defensa del Levante, no se dedica plenamente al fútbol profesional. Ruth también es diplomada en Fisioterapia, un título que le ha servido para poder ayudar a Santi Cazorla a volver a los terrenos de juego.
Tras varios años sufriendo lejos de la competición, Cazorla pudo reaparecer en julio con el Villarreal en un encuentro de pretemporada, una imagen con la que ponía punto y final a su calvario de lesiones.
Todo ello gracias, en parte, a Ruth. La zaguera del Levante fue el apoyo de Cazorla en los momentos más difíciles, ayudándole con sus conocimientos de fisioterapia a superar una etapa que Santi nunca olvidará.
En unas declaraciones concedidas a LaLiga, Ruth quiso hablar de la recuperación del jugador del Villarreal: "Yo solo ayudé en la recta final, sobre todo en el trabajo de campo, pasando balones porque Santi siempre quería entrenar, nunca tenía bastante... Me puse enseguida en su papel: lo que necesita un futbolista es la ilusión por tocar balón, así que le metí mucha caña".
"Él tenía sus bajoncillos, pero yo le decía: 'Tranquilo, todo va a salir bien', cuando a él le habían dicho que sólo volvería a jugar en el jardín de su casa... Creo que le transmití ese punto de confianza que necesitaba como refuerzo positivo. Además Santi es una persona muy receptiva, es un ejemplo de superación", añadió Ruth.
Cazorla, eternamente agradecido, supo reconocer la dedicación de la jugadora, que ha pasado a ser una de sus mejores amigas: "Fue muy fácil trabajar con Ruth. De vez en cuando me tiraba un baloncito para engañarme y me iba mucho más feliz".