Partidazo en el Municipal de Ipurua. El Eibar hizo sus deberes con nota en casa ante un Girona que no bajó los brazos en los 90 minutos que duró el partido, pese a encontrarse siempre por debajo en el marcador.
Apenas 40 segundos necesitó el Eibar para abrir el marcador, 40 segundos en los que Inui se adueñó del esférico en la frontal del área del Girona, se metió hasta la cocina y superó con un buen disparo raso a Bounou, guardameta rival.
El Eibar se ponía muy pronto por delante en el marcador y alargaría la ventaja hasta el segundo tanto, en el minuto 10, gracias al gran cabezazo de Charles para perforar la portería rival.
El Girona, que en ningún momento tiró la toalla, no se escondió en su área y salió a matar en busca del gol. Tanto lo intentaron los visitantes que, finalmente, David Timor, con un gran lanzamiento de falta, superó al guardameta del Eibar y puso el 2-1 en el marcador.
La cosa se apretó al término de la primera mitad, con un Girona creyente en la remontada y un Eibar que buscaba sin descanso el gol que sentenciara el partido.
Pero la fe del Girona se esfumó cuando, de nuevo, Takashi Inui apareció dentro del área de los visitantes, para convertirse en la peor pesadilla de la noche gerundense. Minuto 54 y el Eibar se ponía 3-1 en el marcador.
Las aguas se calmaron en el esquema ofensivo del Girona, y el Eibar se gustó en su campo tanto como para venirse arriba y convertir una gran victoria en una buena goleada.
En el último suspiro del encuentro, Joan Jordán se plantó en el área del Girona para poner el cuarto local en el luminoso de Ipurua, convertir en locura la victoria del Eibar y hacer de su fortín toda una celebración.
Tres puntos de oro para el Eibar que asciende hasta la séptima posición, con 24 puntos, y mira motivado la zona europea, de la que sólo el Villarreal le separa. Por su parte, el Girona baja hasta la décima plaza con 23 puntos, aunque muy por encima de la peligrosa zona roja del descenso.