Las instantáneas databan de la campaña 2002-03 cuando Messi jugaba con total tranquilidad y armonía en le Cadete A del Barça.
Esa temporada fue en la que el delantero rosarino terminó por explotar. A partir de ese mommento, Messi inició su camino al Juvenil B para jugar incluso con el filial azulgrana ese mismo año.
El destino de Messi no era otro que convertirse en una leyenda azulgrana y ya lo es. Aún le queda a Messi cuerda para rato para seguir escribiendo la historia azulgrana.